Gerry Weil rinde homenaje a la comunidad japonesa



Leandro Giancola


Admiración y respeto son dos de los ingredientes con los que Gerry Weil ha preparado el concierto de jazz Ima koko ni (Aquí y ahora), que realizará “muy bien acompañado” en homenaje a la comunidad japonesa-venezolana en sus 80 años.

En la cita pautada para hoy en la Sala de Concierto de Corp Banca Centro Cultural, a las 8 de la noche, el músico tocará en el piano su música junto a los venezolanos Roberto Koch, en el contrabajo; Adolfo Herrera, en la batería; Pablo Gil, en los saxos; Eliazar Yánez, en la percusión y los tambores wadaiko; y Hana Kobayashi, como vocalista. Hana es hija de padre japonés y madre venezolana.

Junto a los músicos nacionales participará la flautista japonesa Yumi Watanabe, quien en los últimos 15 meses ha trabajado en la representación diplomática nipona en nuestro país. Watanabe regresará la próxima semana a Japón para retomar, en Nagoya, sus investigaciones de música latinoamericana.

Gerry Weil, austriaco residenciado en el país desde 1957, realiza esta presentación en agradecimiento a la buena aceptación que tuvo su participación en la más reciente Semana Cultural del Japón, cuando la noche del viernes 22 de febrero llenó la misma sala.

Las entradas para este concierto tienen un costo de 80 bolívares y pueden adquirirse en la Taquilla del Centro Cultural Corp Banca.

Estrenos y algo más

“Los músicos invitados son los mismos, pero con un repertorio renovado”, aclara Weil y comenta que en esta gala habrá algunos estrenos como el tema de apertura, Wiener Schnitzel (Escalope vienés) que hace parte del disco Tepuy que este año lanzará el sello Cacao Música.

Kingyo (Peces dorados) y Hondo, un valse para piano solo, serán otras de las novedades.

En cuanto a la música japonesa se podrá escuchar Aka Tombo (Libélula), una pieza de alta popularidad que podría compararse con Caballo viejo, de Simón Díaz. El tema será interpretado por Yumi Watanabe en la flauta.

Por su parte, la japonesa-venezolana Hana Kobayashi cantará Tsurishi no natsu (Pescador de verano), original de Akiko Yano, y Komori Uta, una canción de cuna que le cantaba su padre.

Los seguidores de Weil volverán a escuchar en esta cita su creación que le da nombre al concierto, Ima koko ni (Aquí y ahora). “Una improvisación libre que cambia en cada concierto. Además será el título del disco dedicado al Japón, que saldrá en 2009”, comenta Weil.

Otro dato importante es que el compositor realizará diferentes comentarios durante el espectáculo en japonés y español. “No como una pantalla sino como un gesto de respeto a un pueblo que lo merece”. Este maestro del jazz estudia desde el año 2005 el japonés, idioma que se suma a los otro seis que habla.

Japón le cambió la vida

Gerry Weil cumplirá 69 años el 11 de agosto, es un hombre lleno de sueños y en constante movimiento. Como sus dedos se mueven sobre las teclas de su piano, él se mueve en el ámbito de la música, es incansable.

Clases particulares de música en su apartamento de Sabana Grande y ensayos para participar en diferentes conciertos marcan su día a día. Ni el tráfico es capaz de hacerlo faltar a una cita con la música y se sube en una moto taxi.

En octubre de 2006 hizo realidad uno de sus sueños, viajar a Japón. Allá cumplió una doble misión: realizar 5 conciertos con diferentes músicos japoneses y participar en el Mundial de Karate.

Entre los artistas que lo acompañaron en la primera misión Weil destaca al saxofonista Tetsuro Kawashima y a Miyoko Tashiro. En cuanto a la otra misión recuerda que quedó en el obtavo lugar en la categoría mayores de 65 años. Weil es Cinturón Negro, Segundo Dan de Karate Shotokan.

“Fue un viaje de ensueño, la verdad déjame decirte cambio mi vida”, confiesa Weil. “No pienso que mi presencia en Japón haya sido de impacto perpetuo y determinante (para el Jazz en Japón) pero si fue de impacto para mí. Es una sociedad culturalmente avanzada, capaz y ordenada, de alto nivel. Provoca hacer un proyecto y llevarlo allá”.

De su visita recuerda que quedó impresionado de algunos detalles como el que no haya asaltaos ni robos. También destaca que los japoneses “son honorables en cada acto”.

Al pianista le llamó la atención que no tienen el concepto de propina. “No aceptan (propinas). Todo el mundo hace su trabajo con la máxima eficiencia y dedicación, con honor y no esperando que lo premien por su deber”.

Gerry habla de sus amigos

“Siento que estoy muy bien acompañado, tengo la suerte de estar con lo mejor de lo mejor en este país a nivel musical. Es imposible no hacer un buen concierto cuando se trabaja con músicos de esa calidad. Suena bien porque sí”, dice con orgullo Gerry Weil.

Al ser consultado sobre cada uno nos dijo:

- Yumi Watanabe: Encantadora y femenina.
- Hana Kobayashi: talentosa y fogosa.
- Pablo Gil: Calidad y eficiencia.
- Roberto Koch: Versatilidad y buena vibra.
- Adolfo Herrera: Alegría y swing.
- Eliazar Yanes: Enigmático y energético.







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