Rajatabla rinde homenaje al maestro Gilberto Pinto


El jueves 7 de febrero en la Sala Rajatabla se estrenará la obra El Peligroso encanto de la Ociosidad, de Gilberto Pinto, bajo la dirección de Germán Mendieta.

Con esta producción la Fundación Rajatabla rinde un merecido homenaje al gran maestro, dramaturgo, director, teórico y una de las glorias vivas que más ha influido en el quehacer del teatro venezolano en los últimos sesenta años.

Con El Peligroso encanto de la Ociosidad la Fundación abre su I Muestra Concurso Rajatabla de Dramaturgia Venezolana ejecutando así un llamado que hiciera el pasado año y donde la institución recibió más de 50 piezas de las cuales han sido seleccionadas cuatro para ser producidas y llevadas a escena durante el presente año, bajo la dirección de Dairo Piñeres, José Domínguez, Rufino Dorta y José Sánchez.

El título de las obras, así como el nombre de sus autores se dará a conocer el día 7 de febrero, antes del estreno de la obra de Pinto.

Gloria viva

Gilberto Pinto nació en Caracas en 1929 e inició sus estudios teatrales con Gómez Obregón en 1948. Debutó como actor en El Oso, de Chéjov, y como director en El Paquebot Tenacita, de Charles Vildrac.

En los años 50 fundó el grupo Cuicas y el Teatro del Duende, agrupación que aún dirige. En sus casi sesenta años de actividad escénica ha intervenido en más de ciento veinte espectáculos teatrales interpretando los más importantes autores nacionales y extranjeros.

Ha sido docente en la Escuela de Arte Escénico Juana Sujo, el Taller Nacional de Teatro (TNT), el Instituto Universitario de Teatro (Iudet) y director del Instituto de Formación para el Arte Dramático.

Ha escrito 19 obras teatrales e innumerables libros sobre teoría teatral. En 1999 obtuvo el Premio Nacional de Teatro.

En este montaje actúan Rossana Hernández, Carolina Gentile, Gabriel Agüero, Elvis Chaveinte, Eliseo Pereira, Tatiana Mabo y Berluz Briceño. La iluminación es de José Domínguez y Víctor Reyes, la producción de Gerardo Luongo. La producción general de Francisco Alfaro y la Dirección y Puesta en escena de Germán Mendieta.
Las funciones de "El Peligroso encanto de la Ociosidad" serán de jueves a sábado a las 8 de la noche y los domingos a las 6 de la tarde.

Autor contestatario

El Peligroso encanto de la Ociosidad conforma una trilogía que Pinto iniciara en la década de los sesenta con El Hombre de la rata (1963) y La Noche Moribunda (1966) en la que el autor trata de contestar con voz airada a los gritos histéricos de la contra cultura, de exacerbación erótica, de su "muerte a la palabra" y de propagación de lo más nocivo de la televisión.

"Lo más grave es que la juventud sin talento se arrojó en brazos de esa contra-cultura, olvidándose de que el papel del artista, como dice el filósofo Karl Popper, no es estar a la moda. Empezaron los Happening y la desaparición del contenido, tratando de imponer una cultura de garabato y de balbuceos. En algún momento hasta se llegó a considerar que provocar al espectador era el único medio de alcanzar un teatro activo," explica Pinto.

"Esta tercera pieza constituye una especie de climax de las dos anteriores. Hay asomos de que la contra-cultura está dando pasos a un humanismo que nos hace soñar con una nueva utopía. Algo está cambiando, y el contenido del Peligroso Encanto de la Ociosidad parece, paradójicamente estimar que no será posible ir más allá. Desde que asumí su creación soñé con un elenco de jóvenes que hubiesen padecido los avatares de alguna de esas décadas. Los encontré en el taller del Grupo Rajatabla. A esto se suma el innegable talento de mi ex -alumno Germán Mendieta, encargado de dirigirlos, y que ha vivido también esos años", agrega Pinto sobre el montaje que se estrena mañana.

Descuido de los hijos

"Es preocupante que, en esta época, una parte de la sociedad no se dé cuenta del gran descuido, que en todas las clases sociales, está presente en la relación de los padres hacia los hijos…”, comenta Germán Mendieta, director de la pieza.

Este exitoso actor de teatro y ganador de varios premios Municipales ha incursionado en la dirección buscando, como él dice, nuevas formas de comunicación.

“Debe haber siempre un equilibrio en la educación. Cuando no se da aparece el conflicto, la rebeldía sin causa, el caos individual, su revancha con la ciudad, contra sus habitantes, encubados en ese peligroso encanto que es la ociosidad. Intentamos penetrar en ella con el teatro: ese mundo de fantasía, ese vivir de mentira sobre un escenario. Darle la realidad, que en verdad es ficción, un truco. Pero siempre esa visión de una parte de la sociedad, que la vivimos, y que tratamos de encerrarla en un sótano para ocultarla", explica Mendieta.

Fuente: Fundación Rajatabla


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